Trabajando en Equipo


No tendría que convencer a la mayoría que es mejor trabajar en equipo que trabajar solo. Hay muchos beneficios de trabajar en equipo, y es obvio que se puede lograr mucho mas con un equipo, pero debemos entender que con los beneficios hay responsabilidades. Quiero dividir este estudio en dos secciones:  En la primera sección veremos que Dios nos ha dado a todos un equipo – y en la segunda parte  quiero presentar algunas características que son esenciales para trabajar en equipo.

I.              Todos Tenemos un Equipo, dado por Dios
Escribo esta sección porque me anima saber que Dios ha dado a cada obrero un equipo. No todos van a tener el mismo equipo, pero todos tienen un equipo. Somos rápidos para comparar y decir, “no puedo avanzar o ser fructífero porque no tengo un equipo como otros”, pero me es de ánimo entender y ver que Dios nos a dado a todos un equipo. Fíjate que grupo será tú equipo – para agradecer a Dios y para empezar a trabajar más fuerte.

A.    Tu Cónyuge y tus hijos
Tal vez no tienes ayudantes en la iglesia, clase o ministerio en la que estás trabajando, pero tu familia si es un equipo poderoso. Tu cónyuge puede animarte y darte guía como pocos pueden hacerlo. Muchos hijos son responsables por el hecho que hay otras familias – su presencia da vida y atrae a otras familias con hijos. La familia puede trabajar para repartir folletos, tocar puertas, animar otras familias, ordenar el culto y ministrar en innumerables ministerios.

En la Biblia vemos varias familias trabajaban en equipo:
1.     Priscila y Aquila ayudan a Apolos a conocer más el camino de Dios – Hechos 18:26
2.     La viuda y su hijo dieron de comer a Eliseo – I Reyes 17:8-16
3.     La viuda y su marido construyeron un departamento para que Eliseo pueda tener un lugar cuando pasaba por la ciudad – II Reyes 4:9-10
4.     Josué y su familia fueron ejemplos a todo el pueblo Judío – Josué 24:15
5.     El carcelero y su familia lavaron las heridas de Pablo y le recibieron en casa – Hechos 16:33-34
6.     Y podríamos mencionar a Abraham, a Jacob y a otros.


B.    Hermanos Fieles
A veces voluntarios son la mejor ayuda posible. Hermanos en tu iglesia o clase pueden ayudar a repartir, invitar, orar, limpiar y poner vida en el ministerio que Dios te dio.

Una advertencia: nunca pensar que son simples herramientas para obtener lo que estás buscando. Son preciosos hermanos y colaboradores que Dios puso en tu vida, entonces amales y agradéceles por su ayuda voluntaria constantemente.

Iglesias fuertes son hechas de personas comunes que deciden avanzar juntos como un gran ejército. Tal vez el equipo que necesitas son las mismas personas que conoces, solo tienes que verles diferentes… verles como el equipo que Dios te dio.

C.     Encargados de grupos o ministerios – jóvenes, música, profesores de Escuela Dominical, ujieres, ayudantes, etc.
Tal vez ya hay líderes donde estás trabajando, simplemente tienes que aprender a cómo tratarles, animarles y ayudarles a usar sus habilidades para Dios. Estoy convencido que Dios a puesto exactamente lo que necesitamos a nuestro alcance, pero muchas veces estamos codiciando lo que otro ministerio tiene en lugar de trabajar con lo que tenemos. Los mejores obreros no son los que vienen de otros ministerios sino los que están sirviendo en el lugar donde Dios te puso. Con el amor, ánimo y enseñanza adecuada, cada persona puede ser muy útil en la obra del Señor.

D.    Reunirse con ellos cada semana
Que sea el grupo que sea (familia, voluntarios o encargados ya trabajando donde estás), es muy importante que tú como obrero de Dios te reúnas con ellos cada semana. Habrá algunas veces en la que necesites enseñar, pero otras reuniones pueden consistir en un tiempo de orar y simplemente hablar de lo que ya están haciendo. Cuando hay buena comunicación en el equipo, el equipo trabajará mejor. Como obrero de Dios, eres responsable por lo que sucede en el ministerio, entonces es importante que tengas reuniones para saber lo que todos están haciendo. Habrá muchas ideas de cada individuo, pero al final tú tendrías que dar cuenta delante de Dios por lo que sucede – entonces reuniones semanales son importantes.

II.            Hay Características Esenciales si queremos Trabajar Eficazmente en Equipo
Gracias a Dios que todos tenemos un equipo, como vimos en la sección anterior, pero debemos recordar que “a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará” (Lucas 12:48). La bendición de tener un equipo nos despierta a la responsabilidad que tenemos con el equipo que tenemos. Hay ciertas características que son esenciales si deseamos que nuestro equipo sea eficaz y útil para el Señor. Pero antes de pensar en lo que las otras personas en el equipo necesitan, te animo leerlas con un corazón abierto pidiendo que Dios te ayuda a tener estas características en tu propia vida.

A.    Humildad
Humildad para admitir cuando te equivocas, admitir que no sabes la respuesta y admitir que otros pueden hacer algo mejor que tu mismo. La humildad es importante en cada área de la vida, pero si deseas trabajar en equipo, la humildad es esencial.

B.    Flexibilidad
Planes, metas, fechas e ideas cambian, sé flexible y sigue adelante. Si no aprendemos a ser flexibles, nos enojaremos con las personas en el equipo y pronto no tendremos mas un equipo.

C.     Orden
Seguir la autoridad puesta y si hay alguien encargado de una área, permítele desarrollarlo como él/ella cree mejor. Cuando hay orden en las posiciones y el trabajo, ayudará a todos a trabajar más tranquilos.

D.    Reconocer la Fuerza de un Equipo
Un equipo puede lograr más que el trabajador solo. Mi mamá antes decía que muchas manos hacen el trabajo liviano. Permíteme a agregar que muchas manos hacen el trabajo liviano y permiten que se pueda lograr un montón mas de trabajo – hay fuerza en un equipo.

E.     Dar crédito a Otros
Hace mucho tiempo atrás leí en un libro que la mayoría se mira en el espejo, dándose a uno mismo el crédito – pero debemos aprender a mirar por la ventana, viendo y dando el crédito a otros. No hay lugar para el orgullo o egoísmo en el equipo. Si robas o siempre quieres el crédito, pronto los otros dejarán el equipo. Dando el crédito no solo ayudarás a otro a sentirse bien, pero mostrará que confías y aprecias su trabajo.

F.     Tener la mano de Dios en tu Propia Vida
Es más fácil para otros seguir el liderazgo si pueden ver que Dios está obrando, bendiciendo y guiando en tu propia vida. Me parece muy interesante que Jonatán, el hijo de Saúl, amó tanto a David que le dio su confianza y lealtad. Jonatán iba a ser el siguiente rey, pero vio algo en la vida de David que su papá no tenía. David no solo tuvo valor, pero David tuvo la mano de Dios sobre su vida.

La Biblia enseña claramente que no debemos trabajar en el ministerio forzando a otros a hacer algo, sino enseñando y guiando por nuestro ejemplo (I Pedro 5:1-3). La idea de que “yo mando acá, soy el líder” no atrae a nadie, más bien asusta a muchos. Un equipo no necesita un líder carnal, necesita una persona con la mano de Dios que está guiando con su ejemplo.



Para Servir,

Jeffrey Bush

Comentarios

Entradas populares de este blog

Misericordia y Verdad

¿Cómo Conducirte en la Casa de Dios?

Que Es Un Pastor Según la Biblia