Crecimiento en Nuestras Iglesias



La meta de la iglesia no es crecer, sino obedecer y honrar a Dios. Cuando la iglesia obedece y honra a Dios, está en la posición para crecer. Hay muchos libros que hablan sobre el crecimiento de la iglesia y métodos inumerables para hacer. Aunque no todo nuevo es malo, si nos quedaríamos con lo básico y bíblico, podemos obedecer a Dios y como resultado crecer. Abajo anoté unas áreas Bíblicas y básicas que resultarán en el crecimiento de nuestras clases, grupos e iglesias.


1.    Evangelizar

Dios quiere que Su iglesia lleve el Evangelio al mundo. La comisión a la iglesia y responsabilidad de la iglesia es anunciar las Buenas Nuevas. Cuando la iglesia es ferviente en evangelizar, mas personas conocerán al Salvador y ser agregados a la iglesia. Evangelizar es un área en la cual cada persona en la iglesia (grande y pequeño, sin distinción de posición o educación) puede participar. Si podriamos animar a cada persona a llevar folletos, invitar personas y hablar con otros, la Palbra será expandida y la iglesia será bendecida.



2.    Visitar

Cuando Dios nos envia una persona a visitar nuestra iglesia, queda en nosotros el buscarlo para animarlo a regresar, conocer y crecer en el Señor. Y a las personas que están en nuestra iglesia, debemos visitarles para animarles, ayudarles y alimentarles. Por la negligencia de no visitar a la gente, perdemos muchas personas y oportunidades. Que Dios nos ayude a ocuparnos mas en visitar a las personas que Dios nos manda.



3.    Orar

La oración es importantisima para nuestra iglesia – su casa es llamada la casa de oración (Mateo 21:13). Necesitamos orar por mas obreros, por las almas perdidas, por los enfermos, por los alejados, por los necesitados, el uno por el otro y que el Espíritu Santo esté obrando entre nosotros. La iglesia puede tener grupos de oración, vigilias de oración y enfatizar la importancia de la oración. Santiago 4:2 enseña que no tenemos porque no pedimos – y tal vez no vemos crecimiento en nuestras iglesias por el simple hecho que no hemos pedido a Dios. Que Dios nos ayude a orar individualmente y como iglesia para que Dios obre y agregue a nuestra iglesia.



4.    Amar

Estamos mandados a amar a Dios, nuestro prójimo y nuestros hermanos. No es necesario mencionar que el obrero de Dios debe amar a Dios y tampoco es tan necesario mencionar que debe amar a su prójimo (porque muchas veces amamos a las personas sin Cristo), pero sí es importante mencionar y poner énfasis en el amar a nuestros hermanos. Como obreros de Dios, estamos encargados de un grupo de personas que Dios nos dio – y amarles es exactamente lo que necesitan. Podemos fallar y olvidar cosas, pero si les amamos nos perdonarán y seguirán. Buena música o actividades pueden reemplazar el amor por las personas en la iglesia. Amarles signfica pensar en ellos, orar por ellos, saludarlos, recordarlos, etc.

Escuché la historia de como un maestro de chicos hizo crecer su clase a un grupo importante. Los chicos terminaron siendo exitosos y fue una de las mejores clases que hubo.  Cuando algunos fueron para averiguar del por qué el maestro tuvo tanto éxito, estaban sorprendidos – no era dinámico y no regalaba cosas importantes, era un hombre muy simple. Cuando le preguntaron de cómo hizo para tener tanto éxito, el maestro abrió un librito donde tuvo una lista de nombres de chicos que venían a su clase – una lista en la cual él oraba, pensaba y amaba a los nombres escritos. Su amor por los alumnos era lo que hizo a su clase ser la mejor clase.



Fui culpable muchas veces por buscar libros e información sobre el crecimiento de la iglesia – aunque no es malo hacerlo, mi error estuvo en no ocuparme en los principios básicos y Bíblicos. Puede ser que los pasos sean demasiados simples, pero estoy convencido que cuando el obrero de Dios se ocupe en los pasos mencionados arriba, verá fruto.



Para Servir,

Jeffrey Bush




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