Personas o Edificios




En varias oportunidades he tenido el privilegio de tener parte en construir para el comienzo o crecimiento de una iglesia. Mirando atrás, me doy cuenta que muchas veces estuve tan consumido con el dinero, materiales, tiempo o construcción de un edificio, que mis ojos fueron desviados de lo que era más importante, las personas que iban a entrar y usar el edificio. Mi intención en esta sección es animar a mis hermanos a que tengan cuidado de no caer en el mismo error mío.

He tenido el privilegio de viajar y predicar en otras iglesias y lamentablemente puedo  decir que muchas veces he codiciado en mi corazón lo lindo que era un edificio. He tenido los pensamientos, “me encantaría construir un templo así” o “nuestras iglesias necesitan un edificio con aulas y capacidades como las que tienen ellos”. En varias oportunidades tengo que admitir que Dios me tuvo que despertar de estos pensamientos equivocados. No estoy diciendo por nada que tener un edificio lindo y presentable es algo malo, al contrario deseo que todas las iglesias que conozco puedan construir hermosos templos y edificios para institutos, seminarios, clases de escuela dominical, actividades y eventos especiales. Mi confesión no es para decir que el construir es malo, mi confesión es el desenfoque de las prioridades durante un tiempo de construcción. He visto iglesias con edificios hermosos, pero con poca gente adentro. Y temo que muchas veces en tiempo de construcción (o deseo de construir), podemos desviarnos también de la prioridad. Dios nos puso donde estamos para ganar a los perdidos y edificar a los salvos. Abajo veremos unas prioridades que no debemos abandonar en tiempo de la construcción.


1.    No Abandones el Evangelismo en tiempo de la Construcción

Donde el pastor pone el énfasis, la gente también pondrá el énfasis. Cuando deseamos construir o estamos planeando o en plena construcción, a veces el énfasis es solamente sobre la construcción – lo que hablamos o pensamos. Hablamos de como necesitamos más dinero, materiales o ayuda y cada otra cosa en la iglesia viene a ser secundario. Queridos amigos y obreros de Dios, es mi deseo que todos podamos construir edificios hermosos, pero si no tenemos cuidado, no habrá  nadie para sentarse dentro del nuevo y hermoso edificio. El evangelizar no solo llena  nuestras iglesias, pero más importante es la obediencia directa a Dios y la razón de la existencia de la iglesia. Cuando evangelizamos, obedecemos a Dios, llenamos la iglesia, involucramos a la gente y hay ánimo porque hay nuevas personas dentro de la iglesia.


2.    No Abandones la Visitación en tiempo de la Construcción
Gracias a Dios por las personas que Dios nos ha dado en la iglesia, pero si no tenemos cuidado y dejamos de visitar, contactar, llamar y orar por las personas que tenemos, pronto las perderemos. Cada obrero de Dios debe apartar tiempo para visitar a los no salvos como a los mismos hermanos de la iglesia – para orar y animarles. El pastor debe animar a cada líder en la iglesia, ocuparse de orar y visitar una vez en la semana. En tiempo de construcción, tenemos que apartar el tiempo para visitar. Si no apartamos el tiempo, los días pasarán y nos ocuparemos en la construcción u otras cosas.


3.    No Abandones los Mensajes Edificantes en tiempo de la Construcción
En momentos de construcción en una iglesia, es fácil estar tan ocupados planeando, pensando, averiguando de materiales y mirando  la construcción, tanto que no hay tiempo para preparar mensajes edificantes.  Por más que estemos ocupados o preocupados con la construcción, necesitamos apartar tiempo para estudiar y preparar mensajes que van a ayudar, alimentar, animar y edificar a la gente.


4.    No Abandones el Tiempo con Dios en tiempo de la Construcción
Cuando más ocupado estemos, mas necesitamos a nuestro Dios. Aunque sabemos esto, muchas veces estamos tan ocupados que cortamos el tiempo con Dios. Si vamos a poder guiar sabiamente a nuestras congregaciones en una construcción, es de suma importancia que diariamente apartemos tiempo para nuestro Dios.


5.    No Abandones al Amar a la Gente en tiempo de la Construcción
Suena tan simple que ni debemos usar el espacio para anotarlo – pero querido amigo, no podemos olvidar que sin las personas no hay ministerio. Dios nos ha puesto personas bajo nuestro cargo (que sea en una clase, ministerio o iglesia) y es nuestra responsabilidad amarles. La iglesia fue comprada por la sangre del Señor (Hechos 20:28) y si la iglesia era tan importante para nuestro Señor, debe serlo para nosotros también. Recordemos que la iglesia no son los edificios sino las personas, los obreros de Dios deben procurar amar a las mismas personas (iglesia) que están bajo su cargo. Siendo que el amor es una acción y no una palabra, no hace falta decir que debemos demostrar el amor para las personas. Hechos como saludos como palabras amables y edificantes son todas formas de mostrar el amor a las personas. Que Dios nos ayude a amar a las personas y no a dar más énfasis a los edificios que a las personas.


Para Servir,

Jeffrey Bush

Comentarios

Entradas populares de este blog

Misericordia y Verdad

¿Cómo Conducirte en la Casa de Dios?

Que Es Un Pastor Según la Biblia