¿Cómo salir bien?
Génesis 13:5-9
Abram está a punto de separarse de Lot, porque ambos
tenían tantas posesiones y ganado que no podían caber en el mismo lugar. Y
habrá momentos en la vida que será necesario separarse de otra persona, trabajo
o ministerio. No necesariamente será por una mala razón (posiblemente porque
sólo parece que es el momento adecuado en que ambos necesitan ir por caminos
separados), pero debemos aprender que hay una manera correcta de separarse,
como Abram hizo con Lot.
1. Abram se separó de Lot amándole y
deseando lo mejor para él – vs. 8.
Lot es su
familia y han estado en los viajes juntos por mucho tiempo. Dice en el versículo
8, "porque somos hermanos". Era como si Abram estuviera diciendo a
Lot, "no hay necesidad de pelear por este problema, nosotros somos
hermanos, vamos a resolver el problema y no dejarlo o permitir que sea algo más
grande". El problema podría ser resuelto y la respuesta estaba disponible
aun si el diablo quiso hacer parecer que Lot era el enemigo.
Y muchas
veces pensamos que la persona (institución o lugar) es el enemigo, pero eso no
es cierto. Si nos separamos de algo o alguien de una manera amorosa, será más
fácil tener acceso para conversar o tener comunión más adelante... pero si
salimos gritando causando problemas, será casi imposible regresar cuando se
quiere ver a la persona cuando necesites su ayuda o simplemente desees hablar
con la persona. Repartiéndose los caminos con amor y deseando lo mejor para la
persona no es fácil, pero sin duda valdrá la pena más adelante en la vida.
2. Abram se separó dando Lot la primera opción en lugar
de tomar lo mejor – vs. 9.
Abram dejó que Lot decidiera para donde él quisiera, y
si Lot quería ir a la izquierda Abram iría la derecha. Abram no estaba tan
preocupado de "¿qué provecho podré sacar yo de este acuerdo" o "Lot
sacará lo mejor si es que no digo algo". Y cuando llega el momento que uno
tiene que salir o separarse de un trabajo, ministerio, amigo o situación, lamentablemente
muchos buscan sacar lo mejor en su salida, pero Abram se separó de Lot así. Buscando
obtener el máximo provecho de algo cuando llega el momento de separarse parece
que dará un lindo sabor en la boca pero al final dejará un sabor amargo – es como un espejismo que
parece ser delicioso pero más tarde resulta ser sólo arena caliente. El dar es
siempre mejor que recibir, amar es siempre mejor que ser amado, prefiriendo
otro es siempre mejor que teniendo preferencia y sirviendo siempre es mejor que
ser servido ... por lo menos así es el ejemplo que nuestro Maestro nos dejó. Si
tenemos que separarnos, bendice a la persona (o ministerio, trabajo, situación,
etc.), ora por ellos, haz el bien a ellos y asegura que ellos tienen la mejor. Comportándote
como Abram, como Cristo, siempre vale la pena en el largo plazo, aun si no
parece lo más lógico en el momento.
3. Abram se separó sin guardar rencor o albergar amargura
– vs. 10-12.
Abram dejó a Lot salir
mientras que él continuaba habitando en la tierra de Canaán. Abram no solamente
dejó a Lot elegir lo que quería, pero nunca más vemos a Abram quejarse o desear
mal a Lot (ni por darle la segunda elección... ni por haberlo dejado). De
hecho, en el próximo capítulo, Lot es tomado prisionero mientras vivía en
Sodoma y Abram toma 318 de sus propios criados (14:14) y se va a rescatar a
Lot. Y una vez que termine el rescate de Lot, no vemos a Abram gritarle a Lot, ni
reprenderle ni hacerle volver con él, más bien Abram deja a Lot en Sodoma y
continúa en su camino. Su amor y bondad que tuvo hacia Lot y el ayudarle en su
sufrimiento, prueba que Abram no albergaba ningún rencor contra él.
La amargura es como una
vid desagradable en el árbol que se ve lindo por un tiempo, pero luego ahoga la
vida del árbol. Tristemente, muchos parten de alguien o de algún lugar en la
vida, aferrándose a un sentimiento negativo, sin saber que si no lo sueltan
(perdonar u olvidar o simplemente dejarlo sin importar quién tuvo la culpa), pronto
ahogará la vida de ellos. Hebreos 12:15 dice que cuando esa raíz de amargura
aparece, y sin duda saldrá si está albergada adentro, estorba al que la alberga
y contamina (envenena, mancha, destruye) a muchos otros. Si eres culpable o no,
no vale la pena albergar amargura ni rencor... para tu propio bien y el bien de
los demás. Saliendo de una persona como Abram, sin guardar rencor, te permitirá
regresar y tener comunión con la persona en el futuro pero saliendo en una
manera negativa causará que ignores a la persona y no querer verla.
En algún momento de la
vida, todos vamos a tener que separarse de un ministerio, amigo, lugar o
situación. Esto no siempre tiene que estar en una connotación negativa, (por
ejemplo: un hombre deja a su padre y a su madre para unirse a su mujer; una
persona sale de su iglesia para ir al campo misionero; una persona sale del
lado de un amigo para ir a otra área geográfica). A todos nos puede suceder en
un momento el separarse de alguien o de algo (lugar, ministerio, trabajo, etc.)
pero la pregunta más importante es si vamos a separarse como Abram o de una manera
mala. Que aprendamos ser maduros y sabios como Abram y aprender a separarnos,
cuando llegue ese momento, de la manera correcta y bíblica.
Para Servir,
Jeffrey Bush
Comentarios
Publicar un comentario