Dirección en la Vida
Quisiera compartir algo que es muy real
en nuestras vidas – como saber la dirección de Dios en nuestras vidas. Por su
puesto sabemos que todos debemos leer la Biblia, servirle a Dios con todo,
etc., pero ¿qué de algunas decisiones no tan claras que tendríamos que tomar?
No pretendo saber las respuestas o decir que este artículo es la respuesta a
cada situación, pero si creo que estos pensamientos podrían ser de ayuda en
momentos que se necesitan tomar decisiones.
1.
La Palabra de Dios
Alguien dijo que la sabiduría es poner en
practica los principios Bíblicos. Por ejemplo, hay ciertas cosas no mencionadas
en la Biblia pero los principios en la Biblia nos indican que hacer. Hubo
momentos en las que personas en el ministerio me preguntaron sobre un trabajo
que iban a tomar y les tenía que decir que no creía que era el del Señor
(trabajar en una discoteca o áreas ilegales, etc.). Aunque hay ejemplos
extremos que sabemos como obreros de Dios, igual podemos tomar la verdad de que
si hay un principio Bíblico que Dios nos da, debemos seguirlo.
No creo que tendríamos que orar sobre
dejar un cónyuge, separarnos enojados (por capricho?) de personas en la iglesia,
o abandonar a nuestros hijos para “ministrar” a otros. La Palabra de Dios es
una guía para nuestras vidas… especialmente cuando tenemos que tomar
decisiones. El libro de Proverbios es un libro espectacular sobre discreción,
prudencia y sabiduría para nuestras vidas.
2.
La Paz de Dios
Hay momentos que tenemos que tomar
decisiones y aunque no violan un principio Bíblico, tampoco tenemos claridad en
que hacer. Aunque Dios no nos dice en voz alta, hay tiempos cuando Él nos da
paz inexplicable y sabemos que tal decisión es la correcta. Talvez necesitamos
simplemente separar tiempo para estar a solas con Dios y rogarle que nos de paz
para tomar tal decisión.
3.
Los Pasos de Fe
Como hijos de Dios, no andamos por vista
sino por fe. Sabemos que la fe es lo que no vemos pero es una confianza total
en Dios. Entendemos que sin fe no podemos servir a Dios y por la falta de fe,
Cristo muchas veces no obró en ciertos lugares. De cabeza entendemos o sabemos
mucho de la fe, pero no siempre vivimos por fe. Es mas fácil hablar y predicar
sobre la fe que ponerla en practica y vivirla en nuestras propias vidas.
Hay momentos que Dios nos muestra por Su
Palabra qué hacer y hay momentos que nos dice claramente en nuestros corazones
la dirección a tomar, pero también habrá momentos cuando tendremos que
lanzarnos totalmente por fe. Cuando los Israelitas cruzaron el mar rojo, Dios
abrió el camino y cruzaron, pero cuando iban para cruzar el rio Jordán, Dios
mandó que la planta de los pies de los sacerdotes entrasen primero y después lo
abriría (Josué 3:13).
Hubo varios momentos en mi vida que Dios
no me confirmó 100% el paso para tomar, pero una vez que me lancé por fe
creyendo que era Su voluntad, lo confirmó y me dio claridad.
Dios habló a Abraham claramente que
saliese de su lugar y vaya a una tierra que Dios le iba a mostrar. Pero cuando
David enfrentaba a Goliat, no vemos que Dios le mandó que pelease contra el
gigante… pero lo hizo y Dios le dio la victoria a él y a Su pueblo. Ambos,
Abraham y David, tenían que tener fe, pero las dos situaciones son bien
distintas.
Si Dios quiere que vivamos por y que
tengamos fe (en Él por su puesto, no en nosotros mismos), necesitamos, como
obreros de Dios, estar atentos y preparados para lanzarnos por fe. Hay
decisiones referentes al dinero, reputación, ministerios y mucho mas que
requieren fe… y que Dios nos ayude a tener tanta fe para obedecerle, seguirle y
aun agradarle (Hebreos 11:6).
Como obreros de Dios, tenemos que ser el
ejemplo para otros que necesitan ser guiados por el camino correcto. Que Dios
nos ayude a tomar decisiones y seguir Su dirección siempre.
Para Servir,
Jeffrey Bush
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