Diez Maneras de Dar una Crítica

Cuando pensamos en la palabra “crítica”, tiene una connotación negativa.  Es cierto que la mayoría de las personas que critican lo hacen para lastimarnos y así sentirse o aparentar ser mejor. Pero según el diccionario, la palabra crítica no siempre es mala, sino que es el arte de juzgar y evaluar las cosas. La crítica puede ser de mucha ayuda, cuando se hace de la forma correcta. Necesitamos aprender a aceptar la crítica de otros (aun cuando haya sido para lastimarnos podemos aprender si tenemos la actitud correcta), pero en este artículo tratare sobre cómo dar una buena crítica a otros cuando es necesario.
1.      Decidir que deseas el bien de la persona
Si no tienes la actitud de ayudar, levantar y edificar a la persona, no eres la persona adecuada para criticar. La crítica debe ser enfocada en hacer que la persona sea mejor, no que tú aparentes ser mejor.

2.      Escoger un tiempo adecuado
Si decides hablar con dicha persona justo cuando va a salir, tendrás un tiempo corto y probablemente no lo vas a decir bien o la otra persona no lo va a tomar bien. Si estás de mal humor, o la otra persona también lo está, no te escuchará porque la situación se puso tensa. Si hay otras personas cerca le avergonzarás y no lo va a tomar bien. El tiempo es todo cuando hablas con una persona. Asegúrate de estar a solas, que ninguno esté enojado, y que no están apurados.

3.      Alabar a la persona cuatro veces por cada crítica que vas a dar
Si no puedes pensar en cuatro puntos positivos de la persona, no tienes derecho de decir ni una cosa negativa a la persona. Si la persona dijo una palabra inadecuada cuando estuvo enseñando una lección, por lo menos tuvo deseos de enseñar… y así en cada situación se puede encontrar algo bueno por lo cual se puede alabar a la persona antes de criticarla. Adular a la persona es decir algo excesivo para conseguir favor, pero alabar es simplemente celebrar el hecho o la verdad de otro.
Toma lección de una epístola de Pablo (en la Biblia) – comienzas con una alabanza, da la crítica y termina con una alabanza.

4.      Recordar que tu cara y gestos dicen todo
Si das una sonrisa cuando comienzas, se interpretará que no estás enojado. Al cruzar los brazos demuestras que no apruebas algo. Apuntando dedos, frunciendo el ceño y otros gestos con la cara o cuerpo pone la situación tensa y no es probable que la crítica será recibida bien. Es importante recordar que la persona no puede ver tu corazón, entonces tendrás que manifestarlo por tu cara y tus gestos.

5.      Ser específico
Si dices que todo lo que la persona hace está mal o que nunca hace algo bien, etc., no lo va a tomar bien y no le estarás ayudando.  Sé específico en decir que mal hizo la persona o en que necesita cambiar

6.      Ofrecer una Solución
Mostrar un problema sin ofrecer una solución no es de ayuda. Si tu intención es de ayudar a la persona, entonces hables del problema sin ofrecerle una solución.
7.      Criticar al problema, no la persona
No es una mala persona, entonces no lo ataques o no le des a entender que hizo tal cosa porque es una mala persona. Ayúdale a la persona ver el problema y como arreglar el problema, aun si fue intencional o no.

8.      Preguntar no Presumir
En vez de pensar que la persona hizo algo porque es malo o porque siempre fue así, pregúntale a la persona del por qué lo hizo. Cuando presumimos algo sobre una persona, en si pensaremos y reaccionaremos negativamente. Si vas a ayudar a una persona, tienes que preguntar en vez de presumir.

9.      Saber cuándo es suficiente
Una vez dicho lo necesario, no siguas “martillando el mismo clavo”. Si la persona reconoce que hizo mal o entiendo cómo podría mejorar, no es necesario que digas cada detalle o te desquites de todo que quisiste decir. Si continúas hablando del mismo asunto cuando ya está entendido o resuelto, podrías empeorar la situación en vez de ayudar la situación.

10.  Concluir con un punto positivo
Si tú o la otra persona terminan enojados, es muy probable que esa persona no lo tomó bien y que no cambiará. Termina agradeciéndole, alabándole, o cambiando el tema a un asunto más liviano. Termina la crítica en una forma positiva, y que ambos sepan que termino bien la conversación.


Para Servir,
 Jeffrey Bush

www.evangelismomundial.com

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