Un Hombre Celoso por la Obra de Dios
Cuando llegué al pais de Argentina (enero 2004), mi
esposa y yo encontramos un local en el centro de La Plata donde ibamos a
comenzar nuestra primera iglesia. Repartimos folletos, colgamos un cartel,
anunciamos en el diario e hicimos todo lo posible para tener mucha gente por la inaguración de
la iglesia. Sinceramente no sabiamos ni que esperar, pero en la primera semana entró en
la iglesia una pareja de 50 años que cambió e impactó mi vida y la de mi familia.
Hugo y Ana Baysee llegaron el primer miércoles de nuestra nueva iglesia
y él había dicho a mi pastor
(que estuvo visitandonos por la inaguración de la iglesia), “no se preocupe,
nosotros cuidaremos a Jeffrey y Mindy
como a nuestros hijos”. Y por los siguientes 8 años, Hugo y Ana nos cuidaron, amaron, ayudaron y animaron durante cada momento de nuestro ministerio en
Argentina.
Hace 2 semanas falleció mi querido “tio” Hugo. Era mi
papá Argentino, un siervo de Dios, un ejemplo para muchos y verdadermante mi
amigo íntimo en la obra de Dios. Quiero compartir unas memorias de lo que este
hombre de Dios hizo por mi.
1.
Después de 6 meses de
haber plantado nuestra primera iglesia (El Faro), un hombre joven pentecostal
empezó a causar problemas en la iglesia. Yo había hablado con él en más de una
ocasión, pero ya que el muchacho seguía causando problemas, decidí hablar con él y resolver este problema de a una vez. De
casualidad Hugo Baysee estaba parado en el pasillo, así que le pedí que entrase
a la oficina conmigo mientras que yo hablaba con el muchacho (mas que todo sólo
quería un testigo porque temia que el joven iba a salir y mentir acerca de lo
que yo le hablaba). Hugo accedió a entrar y se sentó a mi lado, y el joven estaba sentado frente a nosotros. Comencé preguntándo al joven cuál era el problema. El joven
comenzó con sus acusaciones y después de 2 minutos de la charla Hugo
interrumpió y dijo: "Pastor, ¿puedo decir algo"? Porsupuesto dije que si y Hugo comenzó a reprender al joven y le dijo que si quería
una iglesia con otra doctrina debería encontrarlo en otro lugar. La cara de Hugo estaba roja, y francamente yo estaba un poco confuso de lo que estaba sucediendo. Hugo se detuvo, y mirándome dijo: "discúlpeme
pastor, estoy muy molesto por esto." Yo comenzé a
decir unas palabras más y Hugo interrumpió por segunda vez y de nuevo me
preguntó: "¿puedo decir una cosa más"? Hugo nuevamente procedió a reprochar al joven. Al final de
todo, terminamos la reunión sin que yo hablase muchas palabras, pero el
problema se resolvió. El joven se fue y nunca volvió. Hugo se convirtió en un perro guardián
para todo tipo de problemas, protegiendo la obra de Dios con tremendo celo.
2.
Era el 2008 inauguramos el nuevo edificio de una
iglesia en un terreno recién comprado. Era un servicio especial con torta, decoración
y mucho mas. Alguien trajo una tijera grande para
cortar la cinta en la entrada, Hugo y yo íbamos a hacer el corte juntos. Le dije a Hugo que tomara el mango superior de la tijera y que yo
tomaría el mango inferior para cortar juntos la
cinta. Mi idea no estaba funcionando bien y
después de unos segundos Hugo tomó la tijera poniendo sus manos sobre las mías y guió mis
manos para hacer el corte. Era como si el Señor me estaba diciendo, "eres
un joven con entusiasmo pero ignorante, pero he puesto este hombre mayor en tu
vida para ayudarte en el camino". Yo tenía ideas, deseos y sueños pero no
siempre tenían exito, pero Hugo era como mi padre Argentino que fue muy paciente con mi
ignorancia, era la voz de la sabiduría en la iglesia y
tenía la atención de los hombres. Él me enseñó la cultura y el ministerio aunque nunca estuvo en el ministerio.
En II Samuel 1, después de haber recibido las noticias de que Saúl y
Jonatán habían muertos, David lamentaba y mandó que escribiesen algo para que
todos sepan y recuerden de la grandeza de Saúl y Jonatán. Tomando la idea de este
pasaje bíblico escribo este artículo para decir que un gran hombre de Dios ya no esta más entre
nosotros, pero mi ruego es que Dios llene a nuestras iglesias con hombres dedicados como
Hugo Baysee. Un hombre de amor, dedicación y celo por Dios y Su obra hará
posible que una iglesia normal sea
una iglesia excelente. Yo ruego a
Dios que Él dé un montón de “Hugos” para nuestras iglesias.
Para Servir,
Jeffrey Bush
www.evangelismomundial.com
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