Tiempo en el Desierto
Cuando escuchamos el nombre de David de la
Biblia, normalmente pensamos en su famosa historia cuando venció a Goliat o su
horrible pecado con Betsabé. Ambas historias de su vida son interesantes, pero
quisiera tratar en este artículo el tiempo entre su llamado a ser rey y el momento en que tomó el reinó.
David siendo joven cuidaba las ovejas de su
padre y un día la sorpresiva visita del profeta Samuel vendría a ser algo
inolvidable. Después de entrar, hablar y mirar a todos sus hermanos, mira a
David y derrama aceite sobre su cabeza, señalando así que Jehová Dios le había
escogido para ser el siguiente rey de Israel. En ese momento, David no lo pudo
creer (su familia tampoco), y estuvo en “shock” por un tiempo; pero después de
unos días me imagino que el pensamiento de ser rey infló su cabeza de orgullo.
Ahora David está soñando en lo que hará cuando llegué al trono. Para David no
fue sorpresa cuando el rey Saúl lo llamó para vivir en el palacio y tocar el
arpa delante de él, porque Dios, pensaba David, estaba abriéndole las puertas
para que muy pronto se convertiría en rey; pero como en una pesadilla, Saúl un
día tira una lanza a David para matarle… y de nuevo otra lanza y ahora Saúl
está buscando cualquier oportunidad para matarle, pero pronto David escapa por
la ventana de su cuarto para escapar y así salvar su vida. Ahora David está
viviendo en el desierto y Saúl le está buscando para matar. David se pregunta
¿cómo puedo suceder todo esto…?, “Dios me
llamó para ser el rey, y ahora estoy por morir. Tendría yo que ser el rey
viviendo en el palacio, comiendo carne en banquetes diarios, y ahora estoy corriendo como un animal, viviendo en cuevas y
comiendo de lo que puedo encontrar de la tierra. No es justo, no sabe Saúl que
Dios me llamó a mí. ¿Se habrá olvidado Dios de mí?”
Dios llamó a David, pero también permitió que
David corriese por su vida, viviendo en cuevas antes de llegar a ser rey, pero
aunque David pensaba que Dios se había olvidado de él o Dios ya no le amaba,
era exactamente el opuesto – Dios no se había olvidado de él sino que lo estaba
preparando.
Lo que David pensaba que era para destruirle,
verdaderamente era para edificarle y enseñarle. Dios estaba enseñando a David
como depender y esperar en él, además en cómo ser el futuro rey… Dios estaba
moldeando a David exactamente como Él quiso. Era en esos años en el desierto
cuando David escribió la mayoría de los Salmos.
Hay muchos momentos cuando sentimos que estamos
viviendo en el desierto. Parece que Dios no está o que Dios se olvidó de Su
promesa. ¿No era Dios que puso en nuestros corazones el servirle? Pero ¿cómo le
podremos servir si estamos con tantos problemas?
Querido amigo, Dios no se olvidó de ti, no se
olvidó del deseo que Él mismo puso en tu corazón. Tal vez en estos años (o el
tiempo que sea) te has sentido que estás en el desierto, pero debes saber qué es
exactamente lo que Él quiere para tu vida. Entonces en vez de llorar, enojarte,
amargarte o abandonarlo todo, porque no aceptas el hecho de que Dios puede
estar moldeándote y preparándote para algo mucho mejor en el futuro.
Para Servir,
Jeffrey
Bush
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