Consejos de un Pastor #3
El siguiente artículo es de una charla con el
pastor de la iglesia donde mi esposa se congregaba a un inicio. Él fue el pastor por 42 años de la misma
iglesia y sus palabras son palabras sabias para mí.
1. Toda la Biblia es buena para predicar,
pero avanzamos cuando predicamos sobre necesidades que la gente tiene.
2. La gente llega a un “altiplano” en su
vida espiritual cuando parece que no crece más.
3. Predica sobre necesidades, no siempre
sobre salvación – la gente necesita crecer
en la gracia, ser edificados y ser animada.
4. Cuando no sabes que predicar, predica
expositivamente – de un libro, capítulo o pasaje.
5. Debes estar preparado para defender lo que
crees, porque serás probado.
6. Nadie va, de ser “liberal” a ser
“conservador”, sino en viceversa.
7. No hay buenas noticias en los últimos
días de la Biblia, va de peor en peor.
8. 90% de tu cristianismo depende con quien
te juntas – tu no los cambiarás, pero te cambiarán a ti.
9. No hay poder en un bosquejo, el Espíritu
de Dios tiene que obrar. La Biblia tal vez es tinta sobre papel, pero el Espíritu
Santo sopla y la Biblia es viva. El
bosquejo y el predicador no son nada, pero el Espíritu de Dios los toma y hace
la obra. No es el predicador, es el Espíritu. No es una excusa para ser flojo,
pero si oras y estudias, el Espíritu hará el resto. Si el Espíritu no obra, no
puedes hacer algo para mejorarlo.
10. Si mantienes bien tu relación con Dios,
estarás en compañerismo con Él y el ministerio será una bendición. Fuera de tu
salvación, tu compañerismo con Dios es lo más importante que tienes.
11. No sacrifiques tu futuro sobre el altar
del presente (lo que puedes tener o hacer ahora).
12. ¿Quién recibe el crédito? – el Señor
debe siempre recibirlo. Nunca pienses que lo mereces – es totalmente, 100%
Dios.
13. Nunca pierdas el gozo y la maravilla de
poder servir al Señor. Si te pones tan cómodo y solo miras lo físico de la obra, pronto perderás el gozo.
14. Si Dios pide algo, Dios lo paga – pero
si tú lo pides, lo tendrás que pagar tú mismo.
Para Servir,
Jeffrey Bush
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