El Aumento



Salmo 62:10 – “Si se aumentan las riquezas, no pongáis el corazón en ellas”
                                                                                     
Muchas veces en la vida, Dios nos bendice – espiritualmente, físicamente, con amigos, en la familia, … y si aun materialmente. No creo que ninguno de nosotros negará un aumento de salario en el trabajo ni un regalo económico, más bien lo contamos como un muy buen día cuando Dios nos escoge aumentar lo que tenemos. Aunque cada persona debe tener cuidado de no poner su corazón en el aumento, quiero hablar del punto de vista de un obrero de Dios, uno que está en el servicio del Señor. Hay peligros fuertes cuando Dios nos escoge para  darnos un aumento material, y espero que estos pensamientos simples sirvan para que tengamos cuidado mientras que ministremos para el Señor.

1.    El Aumento nos hace querer Más
Seamos honestos, es  la naturaleza humana el querer mas. El mundo tiene una fuerte comercialización que nos hace pensar que necesitamos tener más de… cualquier cosa. La tecnología avanza y pensamos que necesitamos más nuevamente, mas rápido y mejor, y pronto no estamos contentos con lo que tenemos. Empezamos a querer un nuevo auto, una nueva computadora, un teléfono, etc. Si no tenemos cuidado, el aumento solo nos hará insatisfechos con lo que tenemos y empezamos a querer tener más.

2.   El Aumento nos hace ser Tacaños
Mucha gente con espíritu generoso pronto pierde este espíritu porque el aumento les hace querer recibir y no dar. Debemos recordar que sigue siendo mejor dar que recibir (Hechos 20:35), aun si suena como una idea loca. Ser generoso no tiene tanto que ver con la cantidad sino que tiene que ver con la actitud. Cuando alguien quiere dar o ayudar con algo es maravilloso, pero he visto vez tras vez que cuando uno está al lado del recibidor, pronto empieza a guardar en vez de dar. He recibido personalmente regalos de personas y fui tentado a pensar, “lo merezco, está bueno recibirlo” – pero cuando veo a otro que  necesita y a quien puedo ayudar, guardo bien y no quiero soltar los billetes de mi bolsillo. Acá va un consejo fenómeno del rey terrenal quien fue más sabio: “Hay quienes reparten, y les es añadido más;
Y hay quienes retienen más de lo que es justo, pero vienen a pobreza” (Proverbios 11:24). No permitas que el aumento te frene de ser generoso, más bien debe ser un incentivo para ser más generoso.

3.   El Aumento viene de ser Normal
Es lindo cuando Dios trae aumento a nuestras vidas, pero si no tenemos cuidado pensaremos que lo merecemos. Al comienzo cuando recibimos el aumento decimos gracias muchas veces, pero después de un tiempo lo esperamos. Vez tras vez Dios nos dice que debemos entrar delante de Él y orar a Él con gratitud (Salmo 10o:4; Filipenses 4:6; Colosenses 4:2). El hijo de Dios debe agradecer a Dios por como Él bendice… y nos hará bien a cada uno de nosotros agradecer a las personas también. Lamentablemente la actitud de gratitud no se encuentra tanto como se debe.

El aumento ha arruinado a mucha buena gente, tanto en las iglesias como líderes en ministerios. Que Dios nos ayude a no permitir que el aumento en nuestras vidas nos haga ser tacaños o faltos de gratitud, que aprendamos a ser humildes y agradecidos por cuan bueno es Dios para con nosotros.

Para Servir,
Jeffrey Bush

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