Una Vida Organizada

Todos tenemos la misma cantidad de horas en el día y en la semana, pero la falta de organizarlas y administrarlas será la razón por la que cumplamos o no cumplamos muchos de nuestros deberes. Una vida organizada es una vida más tranquila y feliz. Cuando no organizamos nuestro tiempo y vida, las relaciones sufren (matrimonio, hijos, amigos, trabajo, etc.) Todo requiere tiempo, y cuando no organizamos nuestro tiempo y actividades, terminaremos nosotros mismos frustrados y nuestros trabajos, familias y amigos también terminarán frustrados con nosotros.

No debemos olvidar que somos mayordomos de todo lo que Dios nos dio, especialmente del tiempo. Hay muy buenos libros escritos sobre la organización y recibí mucha ayuda por leer algunos. Mi deseo es compartir algunas ideas que nos pueden ayudar a organizar nuestro tiempo y vida… y al final estar más tranquilos y contentos por haberlo hecho.


I.              Elige tu Propósito y tus Roles
Tener claridad en lo que es tu propósito es muy importante – ¿Qué es lo que deseas hacer o cumplir… en el día, semana y vida? Una vez que sabes lo que es tu propósito y donde estás yendo en tu vida, te ayudará a no meterte con cosas que no te convienen. Hay muchas cosas que pueden o quieren ocupar tu tiempo y  ahogarte, pero si sabes lo que cual es tu propósito podrías decir no. 

Cada persona debe ver sus roles y cumplirlos antes de ocuparse en otras áreas. Por ejemplo,  soy un hijo de Dios, marido, papá, director, etc. Si tal cosa no me ayudará en mi rol como marido, papá o director, etc., no debo perder mi tiempo haciéndolo. Cuando entiendo mi propósito y mis roles, me ayudará a organizar mi vida y mi agenda.

Entender mi propósito es la habilidad de concentrarme en la cosa mas importante, lo cual me va a ayudar a cumplir más. Todos tenemos suficiente tiempo en el día… si lo administramos bien.

Es importante entender tu propósito en la vida, pero también es importante entender tu propósito del momento. Por ejemplo, si deseas que tu clase o iglesia crezca, tu propósito general es que la iglesia crezca a tal numero o en tal área, pero tu propósito del momento es discipular a tantas personas, entregar tal cantidad de folletos, invitar a tantas personas, etc. Cuando sabes tu propósito del momento, podrás empezar con los planes y detalles de cómo discipular a tantas personas en la semana, cómo entregar tal número de folletos, etc.


II.            No Confiar en tu Memoria
Un dicho que escuché hace muchos años y me ayudó mucho en mi vida es: El lapiz corto es mejor que la memoria larga. El dicho me enseñó a anotar las cosas cuando las escucho en vez de intentar recordarlas. Cuantas veces he tenido una idea genial y por no haberlo anotado, lo olvidé.

No intentes recordar las cosas. La mente funciona mejor cuando está pensando y no está intentando recordar. Por ejemplo: si alguien te dice que tienes que entregar una carta en dos meses, es mejor anotarlo que intentar recordarlo. Cuando intentas recordar cosas, la mente lucha porque estás esforzandolo, pero cuando anotas algo, estás permitiendo a tu mente descansar y puede funcionar mejor en otras áreas.

La mente piensa en cosas en momentos inoportunos – en la cama, ducha, manejando, etc. Por ejemplo viene el pensamiento de hablar con esta persona, escribir o llamar a tal persona, etc. Anotando las cosas en un papel, tarjeta o lo que sea, ayudará a que tu mente descanse y pueda seguir pensando en otras cosas – y al mismo tiempo podrás cumplir más cosas porque están anotadas.


III.          Tener un Plan de Acción
Antes de comenzar la semana o antes de comenzar un proyecto, tener un plan de acción te ayudará a usar todo el tiempo en cumplirlo en vez de estar pensando en lo que es el siguiente paso.  Por ejemplo: toma unos minutos el domingo en la tarde para planear por la semana que viene (las visitas y llamadas para hacer, cartas para escribir, gente para hablar, cosas para estudiar o leer, etc.). El simple hecho de pensarlo y planearlo te ayudará a saber a qué estás apuntando y lo que necesitarás cumplir por cada día y por la semana. El tiempo tomado en planear no es tiempo perdido, es tiempo invertido… y resultará en mas proyectos terminados como resultado del plan que pusiste.


IV.          Repaso
Una vez en la semana o cada ciertos días, es importante tomar toda las notas o información que has anotado o coleccionado y repasalo. Una regla simple es: si puedes cumplir lo que tienes que hacer en 2 minutos, hazlo en el momento y si no puedes cumplirlo en 2 minutos, anotalo en tu agenda. Por ejemplo, si anotaste “llamar a Juan o mandar un mensaje a Ricardo”, sería mejor llamarle o escribirle en el momento en vez de esperar – pero si va a demorar mas que 2 minutos, ponlo en la agenda para hacerlo  en otro momento.


V.            Tener un Lugar para Coleccionar información
Durante el día tal vez anotaste cosas en tarjetas, papeles puestos en la Biblia, cartera o bolsillos. La respuesta obvia es, “anoté todos mis pensamientos, pero no hay manera de encontrar todo lo que anoté” y es por esta razón que necesitamos tener un lugar donde se puede coleccionar toda la información. Algunas personas tiran todo sobre el escritorio, otros tiran todo en un balde, una caja, un fichero u otro lado. Lo importante no es lo que usas como el lugar de coleccionar la información sino el hecho que tengas un lugar.

VI.          No Esperar hasta Mañana
Tener disciplina para no decir, “lo haré mañana”. Es mejor hacer lo que es difícil o molestoso pero si decides que lo harás mañana, es probable que nunca lo harás. Si ya empiezas algo, termínalo, no lo dejes sin terminarlo.


VII.        Formar Hábitos
Dicen que se forma un hábito después de hacer algo tantas veces. Si podríamos hacer lo que debemos tantas veces consecutivas, formaremos un hábito – y funciona para las cosas buenas y malas. La razón que todos tenemos malos hábitos es porque lo hicimos tanto tiempo o tantas veces, pero si podríamos reemplazarlo con hacer las buenas cosas, podríamos formar buenos hábitos.


VIII.      Dos Pájaros con un Tiro
Recuerda que todo lo que haces, posiblemente puede ser útil mas adelante. Por ejemplo cuando lees un libro, anota las cosas o subraya las cosas para poder enseñar o recordarlas mas adelante. Cuando estudias, guarda los mensajes o información para poder usarlo mas adelante. Cuando tienes un evento o eventos en la iglesia, anotalo para tener un récord y poder recordar o usarlo mas adelante. Si no aprovechamos las oportunidades, tal vez tendríamos que repetir el mismo trabajo mas adelante. Como va el famoso dicho: mata dos pájaros con un tiro – y esta verdad nos puede ayudar mucho en el ministerio.



Para Servir,

Jeffrey Bush

Comentarios

Entradas populares de este blog

Misericordia y Verdad

¿Cómo Conducirte en la Casa de Dios?

Que Es Un Pastor Según la Biblia