Vida Práctica de un Hombre Fiel



Lo que estoy por compartir no es de un personaje Bíblico ni de un hombre famoso, estos princípios que comparto son princípios que vi practicados en la vida de uno de los hombres mas fieles que conozco, mi papá. Mi papá no era pastor, co-pastor, misionero, director de jóvenes o director de niños, era un hombre común, pero fiel a Dios y a su familia. Aprendí grandes lecciones de él y creo que serán de muchisimo beneficio para los que toman el tiempo para leer esto.


1.    Deuda
Durante mi niñez, no teníamos mucho lujo, pero tampoco vivíamos debiendo a todos. Mi papá estaba en contra de la idea de deber a una persona que cada vez que venía una tarjeta de crédito en el correo, mi papá lo rompia y botava a la basura. Como joven, pensaba que era un poco  extremista no pedir prestado o tener tarjeta de crédito, pero ahora doy gracias a Dios que no estoy en deuda ni tengo la preocupación de como voy a pagar tal cosa.

Proverbios 22:7 enseña que “el que toma prestado es siervo del que presta.” ¡Que fuerte! El momento que pides prestado algo, ya eres esclavo de la persona de quien te prestate hasta que lo pagues.

Romanos 13:8 dice: “No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo, ha cumplido la ley.”

Algunos dicen que un préstamo es nada mas que una herramienta para poder comprar o obtener algo para lo cual no tienes dinero – y aunque podría ser verdad, diría que el 75% de personas que sacan préstamo terminan en deuda y afectan a su familia, trabajo, crédito y vida. No voy a decir que nunca debes sacar un préstamo, pues hay razones buenas para hacerlo, pero si voy a decir que debes tener mucho cuidado haciendolo. Si el deber a una persona dinero te hace siervo al que debes (Proverbios 22:7), date cuenta que al pedir prestado tendras un amo muy cruel.

Hay libros e información muy buena que habla de la deuda – autores como Randy Alcorn, Dave Ramsey y Howard Dayton son algunos. Muchas personas no dan a la obra de Dios porque están en muchas deudas. Seríamos sabios al no meternos en la deuda o librarnos de la deuda… y enseñar a otros a hacer lo mismo. La deuda paraliza a familias e iglsesias – quedate lejos de la deuda.


2.    Respetuoso a Otros
Mi papá nos enseño por ejemplo a ser respetuosos a los demás. No es correcto hablar con un adulto, señora o anciano en cualquier forma que manifestaría falta de respeto. Decir “si”, mirando en la cara y con el lenguaje del cuerpo no mostrando una actitud de “no me importa”. Abrir puertas, pararse o seder un lugar para que se siente  una mujer y ayudar a cargar algo cuando alguien viene con sus manos cargadas son algunas maneras de mostrar respeto a otros.

Todos queremos que otras personas nos respeten – por nuestra posición, edad, trabajo, etc, pero si deseamos que otros nos respeten a nosotros, debemos ser respectuosos. Recordemos que el que tiene amigos ha de mostrarse amigo (Proverbios 18:24) y el que quiere respeto debe mostrar respeto.



3.    Disposición
Como joven, me acuerdo molestandome con mi papá porque siempre estaba en la lista de la iglesia para cortar el pasto o ayudar con un proyecto. ¿Por qué siempre tiene que ser mi papá ayudando con todo, no hay otros hombres? Pero la disposición que tuvo mi papá para ayudar a personas en la iglesia, en su trabajo, familiares… y al mismo tiempo cumplir con el mantenimiento de la casa y su familia. Mi papá dirigía la musica cuando se lo pedian o necesitaban, cantaba en el coro y hacia muchas cosas mas, no porque tenia todo el talento sino porque habia una necesidad y él estaba dispuesto a ayudar. Como en los tiempos de Cristo, siempre hay mucha necesidad, pero lo que falta son obreros (Mateo 9:37). Tal vez tenemos muchas personas en la iglesia o familia, pero cuando hay trabajo por hacer algunos parecen  hormigas en la lluvia – todos corren.

En la Biblia vemos a muchas personas que Dios usó, no por su talento sino por su disposición. Moisés dijo que no podia hablar, Zaqueo era pequeño, Jacob caminó recto, Pedro frecuentamente decia cosas sin discreción y el Salmista David fracazó varias veces – pero Dios no tenía interés en lo que estas personas pudieran hacer sino en su diposición. Deseo con todo que Dios llene nuestras iglesias con personas dispuestas a servirle a Él y ayudar en la obra, pero tengo que trabajar en mi propia vida,  mostrando disposicion. La disposición del apóstol Pablo era impresionante, el mismo dijo, “con el mayor placer gastaré lo mío, y aun yo mismo me gastaré del todo por amor de vuestras almas” (II Corintios 12:15). Pablo estuvo dispuesto – y como obrero de Dios, debo estar dispuesto a trabajar, servir, amar, ayudar y hacer lo que es necesario.



4.    Someterse
Someterse  significa, “Sujetarse a dominio o autoridad a una o más personas” Todos estaremos de acuerdo con estar sujetos a Dios.  Santiago 4:7 nos manda fuertamente “Someteos, pues, a Dios”. Pero como Cristianos, también necesitamos aprender a someternos a las autoridades dadas – gobierno, trabajo, iglesia, padres, etc. Aunque no debe ser, aveces está el pensamiento de “soy el encargado, se tienen que sujetar a mi”. Nuestra naturaleza o posición nos hace pensar, “nadie me puede someterme, solo ante Dios puedo hacerlo.” Pero después de ser ordenados a estimar a otros como superiores a nosotros mismos y mirar por lo de otros, vemos el ejemplo de Cristo que se humilló a sí mismo siendo obediente hasta la muerte (Filipenses 2:3-8). Cristo se sujetó, no declaró su posición o autoridad. El obrero de Dios debe tomar el ejemplo de someterse y escuchar lo que otros dicen.

Hubo momentos que esperaba que mi papá hubiera parado y usado su fuerza para callar la boca de otros, pero estuvo sujeto y aceptó. Tal vez el macho no es el que grita y usa su autoridad sino el que se humilla, se hubica y acepta la autoridad o responsabilidad. No digo que no habrá momentos para pararte por lo que crees o tienes que hacer, pero seamos mas como nuestro Maestro y sujetarnos nos haría bien… y es una cualidad que muy pocos obreros de Dios ejercen.



5.    Fidelidad
A La Iglesia:
La regla en mi casa era “cada vez que las puertas de la iglesia están abiertas, la Familia Bush” estará presente. Hubo momentos que odiaba esta regla, pero hoy doy gracias a Dios por la fidelidad que mi papá tuvo a la iglesia. Era en la iglesia donde escuché la prédica y recibí la enseñanza e influencia que me fue formando para lo que Dios quiso para mi vida.

Aunque no tendriamos que mencionarlo, me sorprende cuantos creyentes faltarán a un culto en la iglesia para recibir parientes en casa, hacer una actividad en la familia, ir a un cumpleaños, hacer  estudiar a sus hijos o ayudarles con su tarea, o tener un dolor de cabeza. Estamos declarando a nuestros hijos que la iglesia, la casa de Dios, no es tan importante. La declaración dada a nuestros hijos, familiares, amigos y Dios es una declaración de poco compromiso. La iglesia es la columna y baluarte de la verdad (I Timoteo 3:15) y en un mundo lleno de confusión y perversión, es importante que mi familia y mi propia persona esté en el lugar donde la verdad está siendo enseñada.

A La Familia:
Mi papá trabajaba muchas horas y tenía varias actividades en la casa para hacer, pero no fue negligente con su familia. Me fue de mucho ejemplo y su fidelidad a su familia con su tiempo, actitud y amor es digno para imitar.

Es impresionante cuantos hijos de obreros de Dios no quieren nada que ver con Dios. El ministerio no puede ser usado como excusa para abandonar a la familia. Si no tenemos cuidado, ayudaremos a cada persona en la iglesia y olvidaremos  a nuestra propia familia. Es importante que el obrero de Dios no abandone a su familia (lo cual en sí da su autoridad para seguir ministrando) sino ame y sea fiel a su familia.


6.    Buen Trabajador
Familiares, vecinos, hermanos y compañeros de  trabajo respetaban a mi papá por su trabajo. Siempre fue mas confiable que otras personas por su fiel trabajo. Raras veces  enfermaba para no llegar a trabajar y siempre era puntual y cumplia en su trabajo.

La Biblia enseña que debemos trabajar como si fuera para el Señor y no para el hombre – que sea trabajo secular o el ministerio. Es un mal testimonio decir que somos hijos de Dios y no trabajar duro. El hijo de Dios debe ser el mejor trabajador. Y en el ministerio debemos recordar que el obrero es digno de su salario… entonces si trabajas poco mereces poco salario y si trabajas bien, estarás cuidado. Cuando el obrero de Dios trabaja arduamente, tarde o temprano segará de su trabajo.



7.    Buen Humor
Entre semestres cuando estuve estudiando en el seminario, regresé a la casa de mis papás para visitarlos y trabajor y asi ganar dinero para el próximo semestre. En uno de esos tiempos, tuve un trabajo con mi papá en una fábrica donde se hacían bloques de cemento. En una oportunidad, uno de los patrones me comentó como mi papá siempre chiflaba cuando trabajaba. Seguro que tenia preocupaciones y problemas, pero mi papá chiflaba y cantaba cuando trabajaba. Parecía que siempre estaba de buen humor – en el trabajo, en la casa o donde estaba.

¿Por qué es que muchos ni piensan en visitar nuestras iglesias o desean conocer a nuestro Salvador? Aunque podemos mencionar la necesidad de testificar, no podemos negar la dura realidad de que muchos no quieren porque no demostramos el verdadero gozo del Señor. Sabemos las palabras del apóstol Pablo que dijo “Regocijaos en el Señor”, pero debemos darnos cuenta que lo escribió en la carcel – estuvo gozoso aun en una carcel.

El rey sabio Salomón dijo que el corazón alegre es medicina para los huesos (Proverbios 17:22). Queridos obreros de Dios, ser gozosos en el Señor no solo hará bien para tí mismo, pero también para los que estan alrededor tuyo. Nos haría bien poner una sonrisa en la cara y estar de buen humor.



8.    Paciente
Hubo muchos momentos que me frustraba como joven por la manera en que mi papá manejaba y estaba tan tranquilo. ¿Cómo puede una persona estar tan paciente o tranquilo? Lo que no tenía en cuenta es como  era mi papá cuando era mas joven.
Tengo muy pocos recuerdos de mi papá enojado o peleando con una persona en la calle. Esta imagen viene de mi niñez muy temprano en vida… y nunca lo vi mas o escuché mas de ello. Parece que mi papá cambió para bien y nunca mas tuvo el temparamento furioso… con el tiempo el era tranquilo y paciente.

Tal vez como a mi, la paciencia no te viene naturalmente y no es fácil. Aunque cada uno tienesu  personalidad, todos podemos  aprender una gran lección de ser mas pacientes en la vida. No todo va a salir como deseamos y si no somos pacientes, podemos perder nuestro testimonio o estresarnos o lastimar a otras personas. Aprender paciencia sería algo muy positivo para el obrero de Dios.


Para Servir,

Jeffrey Bush

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