Misericordia, Paz y Amor



Me gustaria usar el saludo que usó Judas para presentar este artículo. Después de presentarse Judas en su epístola, dio su saludo diciendo: “Misericordia y paz y amor os sean multiplicados” (vs. 2).Aveces vemos la palabra “paz” en un saludo Bíblico, pero no vemos estas tres palabras juntas como mencionadas acá. Este saludo, en mi opinión, representa tres palabras claves para el ministerio del obrero de Dios. Acompañame a ver estas palabras y por qué son claves para el obrero de Dios

1.    Misericordia

Misericordia es un hecho de divino favor o compasión. Misericordia y gracia van mano a mano. Salmo 86:5 menciona que el Señor es “bueno y perdonador, Y grande en misericordia”. En cada versículo de Salmo 136 (hay 26 versículos), cada uno termina proclamando “Porque para siempre es su misericordia”.  Si no fuera por la misericordia de Dios, estaríamos consumidos (Lamentaciones 3:22).  Su misericordia es eterna (Salmo 103:17; 106:1), no tiene límite (Sal 108:4; 119:64), perdona pecados (Miqueas 7:18) y hace la Salvación Posible (Tito 3:5; Salmo 130:7).


Para nosotros como hijos y obreros de Dios, no es tan necesario probar que Dios tiene misericordia para con nosotros, pero lo que sí tenemos que ver es que ya que tenemos Su misericordia, estamos mandados a mostrarla a los demás (Lucas 6:36). Es muy fácil aceptar Su misericordia, pero nuestra responsabilidad es manifestar la misma misericordia que Dios tiene para con nosotros a los demás. Nos da la responsabilidad de mostrar la misericordia a:
A.   Los que no son salvos – Judas 23 – en vez de hablar mal de o condenarles, les tenemos que mostrar misericordia, orando y hablando para que acepten  la verdad.
B.   Los que están dudando o confundidos – I Pedro 3:15 – he sido muy culpable de molestarme cuando alguién duda de la doctrina Bíblica, pero es mi responsabilidad mostrarles la verdad por medio de la Biblia… con mansedumbre, con misericordia, para que puedan ver y conocer la verdad.
C.   Los que han caído en pecado – Stgo 5:19-20 – somos rápidos para pensar mal en los que se han alejado del camino Cristiano, pero talvez si les mostraramos misericordia y oraramos por ellos, regresarián al camino de Dios.

La Biblia va al extremo que si no mostramos misericordia, recibiremos “juicio sin misericordia” (Santiago 2:13). Pero cuando aprendemos a mostrar misericordia, alcanzaremos misericordia (Mateo 5:7).


2.    Paz

La palabra paz viene de la idea de juntar algo que fue separado. Lo que Cristo hizo en la cruz por nosotros era justificarnos para que podamos tener paz para con Dios (Romanos 5:1).
La paz de Dios es un regalo (Juan 14:27), es abundante (Sal 119:165; Prov 3:17) y es perfecta (Isaías 26:3).  Y como hijos de Dios recibimos paz de Él, nos manda que hacer con la paz: Buscar la paz – Salmo 34:14
A.   Vivir en paz con todos los hombres – Rom 12:18; II Corintios 13:11
B.   Seguir la paz – I Pedro 3:11; Heb 12:14 – “Seguid la paz con todos”
C.   Hacer lo que contribuye a la paz – Rom 14:19 – “Así que, sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación.”

El Dios que da la paz, nos manda que vivamos en paz, sigamos la paz y hagamos lo necesario para contribuir a la paz. Que sea con nuestra familia, vecinos, amigos, trabajo o iglesia, los hijos de Dios deben aprender que el Dios de paz quiere que Sus hijos vivan, sigan y hagan lo necesario para contribuir a la paz.


3.    Amor

Después de mencionar misericordia y paz,lo último que mencionó Judas es amor. Amor es lo que Dios ofrece a todos, pero específicamente da a Sus hijos.  El amor de Dios es universal (Juan 3:16), personal (Rom 5:8), grande (Efesios 2:4-5), no cambia (Juan 13:1), es inseparable (Romanos 8:35) y divino (I Juan 3:1). Ahora que tenemos el amor de Dios, nos manda “andad en amor, como también Cristo nos amó” (Efesios 5:2). El hijo de Dios debe aprender a expresar el amor a otros. Este amor que expresamos a otros debe ser sincero (Romanos 12:9), abundante (I Tesalonicenses 3:12), ferviente (I Pedro 4:8) y sin egoísmo (Mateo 22:39). El amor para otros es la prueba que somos discípulos de Jesucristo (Juan 13:35). El hijo de Dios recibe amor de Dios y como canal debe dejar el amor fluir por medio de su vida tocando la vida de otros.


Amigos obreros de Dios, Cristo nos dio misericordia, paz y amor y es nuestra responsabilidad desarrollar y mostrar estas cualidades a los demás. Como Cristo dijo a sus discípulos, también corresponde a nosotros: "de gracia recibisteis, dad de gracia”(Mateo 10:8). Que Dios nos ayude a trabajar en Su obra manifestando misericordia, paz y amor.



Para Servir,

Jeffrey Bush

Comentarios

Entradas populares de este blog

Misericordia y Verdad

¿Cómo Conducirte en la Casa de Dios?

Que Es Un Pastor Según la Biblia