Costumbres Cristianas



Cada ser humano tiene costumbres que aprendió de su familia, sus amigos, su trabajo, etc. El obrero de Dios también tiene costumbres, pero debe procurar tener costumbres cristianas – costumbres que Dios quiere que tengamos.  Fijense en unos pasajes que nos hablan referente las costumbres:


I Cor 11:16 – “no tenemos tal costumbre, ni las iglesias …”

I Cor 15:33 – “malas conversaciones corrompen las buenas costumbres”

Salmo 119:132 – “Como acostumbras con los que aman tu nombre”

Lev 18:30 – “costumbres abominables”

Jeremías 10:3 – “las costumbres de los pueblos son vanidad”

 


Hay costumbres buenas y malas, pero el obrero de Dios debe encontrar las siguientes costumbres en su vida:



1.   Estar Agradecidos

Hebreos 13:5 nos enseña a estar contentos con lo que tenemos ahora. La costumbre humana es querer mas (dinero, posesiones, etc.), pero Dios nos manda a estar contentos ahora.

Cuando Pablo y Bernabé regresaron de su viaje misionero, la primera cosa que contaron no era de sus problemas y dificultades, sino cuan agradecidos estaban por lo que Dios hizo (Hechos 14:26-27). El estar agradecidos debe ser una costumbre de cada obrero de Dios.
Si paramos y tomamos el tiempo para pensar, cada uno de nosotros tenemos cosas por las cuales podemos agradecer a Dios – salvación, salud, familia, sustento, abrigo, iglesia, … Hay mucha gente que está mal porque siempre piensa mal y nunca toma un momento para parar y agradecer a Dios. Como estamos mandados en I Tesalonicenses 5:18, debemos aprender a dar gracias en todo.


2.   Predicar a Otros

Era costumbre de nuestro Señor Jesucristo entrar en las sinagogas para predicar (Lucas 4:16), era costumbre del apóstol Pablo predicar (Hechos 17:1-2) y debe ser costumbre de cada obrero de Dios predicar a otros. Predicamos con nuestra vida, con nuestra boca, con folletos o sin folletos – pero debemos hacerlo una costumbre predicar a otros.

En Juan 1, Andrés buscó a su hno Pedro y después Felipe buscó a Natanael – si seguiríamos el ejemplo de ellos predicando a otros, muchos podrían conocer y crecer en nuestro Señor Jesucristo. Debe ser una costumbre del obrero de Dios el predicar a otros.


3.   Morir a Nosotros Mismos

El apóstol Pablo aseguró en I Corintios 15:31 “cada día muero”. Cristo dijo que los que le quieren seguir tendrían que negarse a sí mismos (Matthew 16:24). El morir a uno mismo significa decir no a sus propios deseos para decir sí a lo que Dios quiere. Hay muchos pasajes que podríamos mirar (Gálatas 2:20; 5:24, 16; Romanos 13:14, etc.), pero debemos entender y poner como costumbre en nuestras vidas el decir “no” a cualquier cosa que no agradaría a nuestro Dios. El morir a sí mismo debe ser una costumbre practicada diariamente en la vida del obrero de Dios.


4.   Orar

La oración es la manera en que el hijo de Dios habla con Dios. El ejemplo de Cristo era apartarse y orar (Marcos 1:35), el ejemplo de Daniel era hacer tiempo para orar (Daniel 6:10) y el ejemplo del Salmista era orar (Salmo 55:17). Lo opuesto de orar es desmayar (Lucas 18:1) y Cristo mismo nos enseñó como orar (Mateo 6) y nos permite ver como Él oraba (Juan 17). Una costumbre diaria del obrero de Dios debe ser el apartar tiempo y orar al Dios que salva, separa, consuela, ayuda, guia y da la victoria. Seríamos sabios en tomar la lección enseñada en I Tesalonicenses 5:17 de orar sin cesar.




Para Servir,

Jeffrey Bush

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