Pirámide Ministerial


 
La “Pirámide Ministerial” es algo que aprendí de mi padre espiritual (Austin Gardner) y creo que lo verás muy intersante y útil. Les presento el mismo dibujo de la pirámide y abajo la explicacion.


                       



Vamos a irviendo la pirámide desde la parte de abajo hasta la parte de arriba:

I.              Privado
El Privado representa el “ser” de una persona, realmente quién es la persona. Si no somos la persona que debemos ser en privado, jamás seremos o haremos lo que debemos en público.

Si una persona quiere servir a Dios y no puede controlar lo privado, nunca servirá a Dios. Recuerda que nuestro Dios quiere que le sirvamos no de boca, sino de corazón – lo mas íntimo de nuestras vidas. A Dios, le interesa que seamos personas íntegras mucho mas de lo que le interesa nuestro talento, dinero, contactos, etc.

Alguién dijo que nunca llegaremos mas lejos en el ministerio público de lo que llegariamos en lo privado.

Me equivoqué tantas veces pidiendole a una persona que ayudara en el ministerio por su talento o conocimiento aunque tenía problemas en su vida privada. Todos tenemos problemas, pero si no podemos controlar nuestros ojos y actitud, si no podemos ser fieles en nuestra relación con Dios y si no hacemos lo que debemos en privado, es practicamente imposible que avanzemos en el ministerio. Dios quiere que cambiemos de adentro para afuera – no al reves. El fruto del Espíritu Santo habla de características relacionadas con tu vida privada. Salmo 15 es un capítulo que habla del carácter de una persona, quienes debemos ser en lo privado.


II.            Personal
Lo personal sería nuestras funciones personales, por ejemplo: marido/esposa, hijo/hija, papá/mamá, etc. Aunque me conocen en público como pastor y amigo, mi esposa y mis hijas me conocen de verdad. Todos hemos escuchado las tristes historias de pastores, misioneros y obreros Cristianos que dejaron el ministerio por problemas personales en casa. Enseñaban bien y eran dinámicos, etc, pero sus problemas personales (con su cónyuge, hijos, etc) no le dejaron avanzar.

Me duele que muchas veces hermanos talentosos y llenos de pasión y corazón para la obra no pueden ministrar con todo porque tiene problemas con su cónyuge, hijos, etc. Queridos hermanos, les ruego que todos pensemos y nos aseguremos de andar bien en lo personal para poder también cumplir en lo ministerial – la falta de cumplir en lo personal resultará graves problemas en lo ministerial.


III.          Público
Recordemos que nunca podremos cumplir en lo público si no estamos cumpliendo en lo privado y lo personal. El público es quien soy yo en mi vida pública: pastor, profesor, encargado, etc. Cada rol que Dios nos dio tiene que ser cumplido. Soy un pastor para servir, soy un profesor para servir, soy encargado de ministerios para servir – es mi vida pública. Como enseña nuestro Señor Jesucristo, “el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo” (Mateo 20:26-27). Nuestras vidas públicas como obreros de Dios deben ser del servir – estamos puestos para servir. Que Dios nos ayude a servir mas como ejemplos que reflejan a nuestro Señor.


IV.          Prioridad
Algunos  discutieron conmigo sobre lo que debe ser la prioridad. Mi intención no es discutir sino compartir lo que creo y en lo que fui enseñado. Nuestro Señor Jesucristo enseñó y preparó a otros obreros para continuar la obra de Dios. Cristo mismo dijo que la mies es mucha y los obreros son pocos. Dios ha bendecido nuestras iglesias con buenos obreros, pero ¿qué de las generaciones que seguirán? Me quebranta y trae mucha lastima ver iglesias y ministerios que una vez fueron llenos de pasión y emoción, pero el encargado falleció y se fue y los nuevos “líderes” no pusieron el mismo amor – la razón es porque no tenían que sacrificar por los edificios, personas, posesiones, etc. Cuantas clases de Escuela Dominical, rutas, iglesias y distintos ministerios en un momento anduvieron bien pero ahora no. Antes que apuntemos con los dedos y busquemos falta en otros, debemos asegurarnos que nosotros estamos enseñando y preparando a los que nos seguirán. Papás que no enseñan a sus hijos y líderes en la iglesia que no enseñan a las ovejas, en un momento tendrán vergüenza porque los que les siguen no sabrán cómo hacer.

Imagínate conmigo un momento: si cada director de musica enseñaría a otro a dirigir la musica, si cada pianista enseñaría a otro a tocar, si cada profesor de Escuela Dominical enseñaría a otro, si cada persona en el coro y cada persona que asiste o sirve o ayuda en la iglesia enseñaría a otro a hacer lo mismo, nuestras iglesias tendrán tanta capacidad y fuerza para conquistar ciudades, provincias y paises. Cristo quiere que hagamos discípulos, y esto requiere que cada uno pase a otro lo que ha aprendido. La prioridad ministerial debe ser el de enseñar y preparar a otros para poder hacer mas de lo que un solo indivíduo puede hacer – ¡y para que nuestro Señor lleve mas gloria!



Para Servir,

Jeffrey Bush


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